Gabón. Golpe de estado e incertidumbre.

Los militares pusieron fin al gobierno de la familia Bongo, que detentaba el poder desde 1967. El presidente Alí Bongo fue removido por una junta militar. Este había ganado las elecciones presidenciales, en medio de acusaciones de fraude, la censura a medios internacionales e internet. El nuevo hombre fuerte del país, es el general Brice Oligui Nguema, que preside el gobierno de transición.  El mundo observa hacia dónde van los golpistas, con temor, que sigan los pasos de Malí, Burkina, y tal vez Níger. África es campo de batalla de intereses ajenos al continente, como puede verse desde la guerra civil sudanesa o la crisis de Níger. Gabón no está exento.

Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Especial para LA POLIS. Desde Buenos Aires.

La familia Bongo, gobierna el país como su finca privada. En 2009, con la muerte de Omar Bongo, presidente del país desde 1967, firme aliado de Francia, fue sucedido por su hijo Alí y reelecto sucesivamente, en el marco de acusaciones de fraude y corrupción. Se estima que la fortuna de la familia presidencial ronda los 500 millones de dólares. 

Alí Bongo, antes de la muerte de su padre y preparando su ascenso al poder, fue ministro de Exteriores y posteriormente titular de Defensa. El fraude ha sido al parecer una constante en la política gabonesa. Alí Bongo, no fue la excepción, a tal punto que, en 2016, estalló una rebelión en el país, con muertes en manos de las fuerzas policiales. En 2019, el gobierno sofocó un intento de golpe. El deterioro del nivel de vida, a pesar de las enormes riquezas del país – petróleo y uranio – alimentó un profundo malestar en la sociedad local. Esto crearon las condiciones para que el golpe tuviera apoyo popular, no por sentimiento anticolonial contra Francia, sino el cansancio de una sociedad harta de décadas de corrupción. El presidente Alí Bongo tiene arresto domiciliario, las fronteras fueron cerradas.

Presidente Ali Bongo. Derrocado en 2023

A fines del mes de agosto, el organismo electoral de Gabón, dio a conocer los resultados de las elecciones presidenciales, anunciando que el ganador era el presidente Alí Bongo. Los militares reaccionaron, arrestaron al presidente y a su hijo Noureddin Bongo Valentin, siendo acusado de “alta traición”. Rápidamente, la junta militar que encabezó el golpe, designó al general Nguema como presidente de facto del país.  

El líder golpista general Nguema, comandante de la poderosa guardia presidencial, no hizo mención a Francia, el aliado histórico del país. Francia, la Unión Europea, la ONU, y la Unión Africana, condenaron el golpe, pero no ha pasado a un discurso retórico. No hubo sanciones que afectaran la economía del país, no medidas de presión abierta – como fue con el golpe de Níger – para que los militares dejen el poder.   El Reino Unido exigió que los militares devolvieran el poder al derrocado Alí Bongo, una declaración de buenas intenciones, para consumo doméstico y de la comunidad internacional.

La razón del golpe, seguramente, fue que los militares de Gabón no van a cortar amarras con Francia, ni estamos ante una reacción nacionalista, sino más bien, décadas de monopolio de poder por parte de una familia, los Bongo, generó un profundo malestar. El fraude electoral propiciado por el presidente derrocado Alí Bongo, fue la gota que rebalsó el vaso. Tal vez los militares, tolerados o azuzados indirectamente por intereses franceses, decidieron tomar el poder, evitando que el país pudiera caer un escenario previo a una guerra civil o la posibilidad de un proceso nacionalista, anti francés como en Malí, Guinea, Burkina y ahora Níger.

general Nguema. Líder del golpe.

Gabón, es muestra como la corrupción ha sumido al país en la pobreza, y las enormes riquezas naturales, benefician a otros actores, siendo en este caso Francia y sus cómplices locales.  En cinco décadas en el poder, la familia Bongo instituyó una verdadera cleptocracia, sin alternancia de poder.

Gabón y las pesadas cadenas del neocolonialismo.

Los primeros europeos que recorrieron Gabón, fueron los portugueses en 1472, que visitaron sus costas. El sur del país formaba parte del poderoso reino africano del Congo. Incluso en el siglo XVI, el territorio tuvo plantaciones de azúcar y otros productos por parte de colonos europeos.  A su vez había un intercambio comercial con poblaciones locales, que incluyeron esclavos.  En el siglo XVIII la trata era base económica de diversos reinos locales, excepto los fang que migraron al interior.  En el siglo XIX, Gran Bretaña, controlaba el comercio en el Golfo de Guinea, y los franceses quisieron entrar en dicho lucrativo negocio, agregándose que desde 1815, se incorporaron en la lucha contra la trata de esclavos.  El capitán de la marina francesa Édouard Bouët-Willaumez negoció tratados con los jefes de dos clanes Mpongwe, el rey Denis (Antchouwe Kowe Rapontchombo) en la orilla sur del estuario del río Ogooué en 1839 y el rey Luis (Anguile Dowe) en la orilla norte en 1841. Los acuerdos incluyeron poner fin a la trata de esclavos, aceptar la soberanía francesa sobre dichos reinos.  La llegada de misioneros protestantes de Estados Unidos, aceleró la expansión de Francia y en 1844, misioneros católicos comenzaron su labor de manera activa. En 1849 fue creada una localidad con esclavos libertos, dando origen a la capital del país Libreville.

En 1910, la colonia de Gabón era una realidad administrativa. La modalidad de explotación fue a través del trabajo obligatorio y la concesión de monopolios, que terminaron con la vida tradicional de las aldeas del interior del país. Esto generó una intensa oposición, dado la violencia hacia las poblaciones locales, incluyendo mutilaciones, castigos corporales diversos, marchas forzadas, destrucción deliberada de aldeas.  El sistema educativo de los misioneros forjó una elite afrancesada, pero anticolonialista.  En 1958, Gabón se convirtió en una república autónoma dentro de la Unión Francesa y en 1960, alcanzó la independencia. En este momento había dos partidos, el Bloque Democrático Gabonés de León M´ Ba y la Unión Democrática y Social Gabonesa, de Jean-Hilaire Aubame.  En 1961, fue implantado el régimen presidencialista, donde M´Ba fue electo presidente y Aubame, ministro de Exteriores.  El régimen de partido único, en los hechos, dado que el BDG y UDSG, se presentaron en una lista unificada, que generó tensiones y en las elecciones de 1964, el ejército dio un golpe y derrocó a M´Ba, restablecido en el poder por intervención de tropas francesas.  En 1967, León M’Ba y Omar Bongo (entonces conocido como Albert Bongo) fueron elegidos presidente y vicepresidente, y el BDG obtuvo los 47 escaños de la Asamblea Nacional. M’Ba murió ese mismo año y Omar Bongo asumió la presidencia, dando comienzo a un régimen autoritario que duraría décadas. En 1968, el Partido Democrático Gabonés fue declarado el único partido legal en el país.

Omar Bongo,. Presidente entre 1967-2009.

Bongo, era un político abiertamente pro francés, bajo el régimen de partido único, logró disipar diferencias tribales. No obstante, favoreció a su etnia, los bateké, como denunciará en los años 70 el movimiento por la Restauración, o MORENA; grupo opositor que movilizó sectores juveniles, ante el autoritarismo del régimen de Bongo y su corrupción. Bongo y su familia acumularon una fortuna estimada en más de 500 millones de euros, gracias a su connivencia con intereses franceses (aunque un subcomité del Senado de Estados Unidos en los años 90, determinó que Bongo tenía una fortuna de US$ 1300 millones).  En 1990, apareció muerto el líder opositor Joseph Redjambe en un hotel, desatando graves disturbios, que aceleraron el proceso de apertura política.  Francia envió nuevamente tropas para mantener el orden en la capital gabonesa.  En las sucesivas elecciones presidenciales, Bongo fue reelegido, en el medio del boicot de la oposición, siendo acusado de fraude.  Este gobernó el país hasta su muerte, ocurrida en 2009.

La influencia francesa en el país, está presente en la economía, que va desde la moneda, el franco CFA, pasando por la influencia de empresas de origen galo, controlan las explotaciones de petróleo, manganeso – siendo el primer productor mundial de este valioso metal – uranio, madera, etc.   Fondos franceses han financiado por largo tiempo el presupuesto del país, pagaron profesores provenientes de Francia y becas a cientos de gaboneses para ir a estudiar a universidades francesas.  Gabón es sede de una base militar francesa y sus fuerzas han intervenido en diversas crisis, especialmente la de 1990.  Los militares gaboneses están sumamente influidos por sus pares franceses, su equipamiento es en gran parte de origen galo.  París tiene una influencia notable en la política local. Bongo fue un aliado clave y esto tuvo sus beneficios acumulando una enorme fortuna personal, que fue utilizada, como señalaron en reiteradas oportunidades la prensa francesa, para financiar campañas electorales, incluyendo la de Nicolas Sarkozy.

La esposa del derrocado presidente Ali Bongo, hijo de Omar Bongo, en 2007, protagonizó un escándalo al pretender comprar una mansión en Malibú, California por US$ 25 millones.  En 2009, medios europeos, pusieron en evidencia que la familia Bongo tenía 33 propiedades valuadas en millones de dólares en Francia, además de una flota de autos de lujo, cuentas en Suiza. Incluso se sabe que hijos de Omar Bongo, han pagad mansiones en cheques expedidor por el Tesoro de Gabón.

El hábil Omar Bongo, que tenía dotes de mediador en conflictos africanos, gracias a una estructura clientelar, basada en el empleo público, sobredimensionado, neutralizar las protestas y generar dependencia de la población. Los buenos salarios en el sector público, disuaden a los gaboneses a buscar empleos en el sector privado, generalmente en manos de inmigrantes de países vecinos.  El modelo económico del país es rentístico – el petróleo es el 43% del PIB –  no hay políticas de desarrollo. Su Índice de Desarrollo Humano, lo ubica en el puesto 84 de un ranking de 196, el nivel de vida es bajo.  El 20% de la población más rica, se queda con el 90% de la riqueza nacional. Más del 30% de la población está bajo el nivel de pobreza. El Índice de Percepción de Corrupción, le ha dado un puntaje de 29 /100, por lo tanto, estamos ante un país muy corrupto.

pobreza en Gabón

Estamos ante un país de 270.000 km2, 2.4 millones de habitantes, con 40 grupos étnicos, que se mantuvo relativamente estable gracias al aparato clientelar, donde la mayor parte de los gaboneses dependen del empleo público. El golpe de fines de agosto de 2023, puso en evidencia que la sociedad exige cambios, dado los niveles de corrupción, que han llegado a niveles extremos. Posiblemente intereses vinculados con Francia y especialmente con las empresas que operan en sectores clave ligados a la minería, hicieron la vista gorda, y vieron en el golpe un mal menor, a fin de evitar que Gabón pueda seguir el camino de otros países, directamente decidieron soltar amarras respecto a Occidente. Al parecer, la sociedad gabonesa, no ha ido más allá, pero la posibilidad flota en el aire, al fin de cuentas, solo ha recibido migajas de los beneficios que obtuvieron empresas francesas y otros capitales europeos, y los líderes corruptos del país. Los militares tienen en sus manos, la enorme responsabilidad de gestionar un proceso político, que pueda superar la Era Bongo, garantizando la paz. Algo complejo, dado los tiempos que corren en África.

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